De la ciencia a la cultura
El interior de la Torre del Agua mostrará la importancia del líquido elemento desde su presencia en la naturaleza hasta su aspecto cultural. Lo hará a través de audiovisuales e instalaciones que complementarán las dos impresionantes esculturas que decoran la parte central del edificio. Estos días, los trabajadores ultiman los detalles del recinto para que esté completamente finalizado para las pruebas de los próximos días 5 y 8 de junio. La ciudad contará entonces con una construcción emblemática que, con unos 70 metros de altura, se convertirá en el mirador de la Expo.
Todd Palmer, Mona Kim y Olga Subirós, diseñadores de Program Collective, la empresa responsable de los contenidos, explicaron ayer el proyecto, que asciende desde la base de la torre, que trata sobre la ciencia y la naturaleza, hasta las instalaciones sobre la influencia del agua en la civilización. En la primera parte, de unos 20 metros de altura, el visitante encontrará una cortina de agua de 27 metros de ancho que dará paso a los contenidos sobre la historia de este recurso y los fenómenos físicos que genera. La idea, según indicó Kim, es generar un "efecto mágico". Las pantallas circulares, "casi a modo de gotas", mostrarán diferentes paisajes acuáticos. Por otra parte, el público podrá experimentar un contraste de temperaturas en diferentes ambientes, que recrearán el calor, el frío y la humedad extrema. Una fuente formada por un conjunto de tubos luminosos en el centro del recinto, ya concluida, representará la estructura de la lluvia.
El segundo nivel del edificio, de unos 40 metros de altura, está presidido por Splash, una imponente gota de gran tamaño, obra de Pere Gifre, fija en el momento de su explosión. Esta zona cuenta "una historia de vida y cultura", siempre en relación con el agua, a través de las diferentes etapas de la vida de un hombre, que se proyectan en pantallas. El visitante visualiza la imagen a medida que va ascendiendo. Del mismo modo, la enorme escultura se percibe de distinta manera en cada piso, igual que la música, en la que el espacio genera diferentes matices. Instalaciones artísticas en cada piso completarán esta exposición, que busca provocar la curiosidad del público e incitarle a ascender. La nube, en la parte superior de la torre, cerrará el ciclo con la evaporación.
Los responsables de los contenidos aseguraron estar "complacidos y contentos" de ver prácticamente finalizado el proyecto "después de dos años de trabajo". El diseño se ha adaptado a las posibilidades del edificio, "un espacio único para instalaciones", afirmaron. El arquitecto, Enrique de Teresa, también mostró su satisfacción por la coordinación entre los dos equipos. "La exposición tiene muy en cuenta la singularidad de la construcción, y la potencia", comentó. El público de los días de prueba tendrá la oportunidad de comprobarlo por sí mismo la próxima semana.
Fuente: EPA
